jueves, 12 de diciembre de 2013

ESTANCAMIENTO CREATIVO



Tenía cerrados los ojos y meditaba sobre que iba a escribir, sentado frente a mi máquina, con las yemas de los dedos posadas sobre las teclas como si ellas supieran que escribir pero yo sin aún darles permiso. La salida era dejarlos actuar a ellos libremente por lo que fui a la cocina, abrí la gaveta de arriba y saque un cuchillo de sierra con los que empecé a cercenar cada uno de mis dedos, dándoles así, voluntad propia. Morí desangrado antes de lograr ver su primer cuento terminado.

MIENTRAS 3RA PARTE




La noche dentro de la casa al fin parecía tranquila, todo finalmente callado, parecía una noche normal aunque minutos antes se oían gritos desesperados,  pies corriendo sobre el piso de madera, rasguños en las puertas, cuerpos arrastrándose y aquellos pequeños sonidos que hace el metal frio al entrar y salir de la piel junto con el rechinido que provoca el roce del filo con los huesos que logra tocar. Este macabro suceso se repetía todas las noches, siempre cuando los nuevos habitantes de la casa ya habían logrado perderse en sus sueños, siempre cuando las pesadillas empezaban reflejando lo que sus oídos percibían en realidad.