lunes, 28 de noviembre de 2011

ALUCINACIÓN


Aún mucho antes de despertar sabía que estaba en problemas, sabía que algo extraño estaba a punto de devorarlo, sentía la fría respiración de la criatura en el cuello, sentía los cabellos largos alrededor de su cuerpo, como acechándolo,  casi podía sentir los dientes y la lengua del animal saboreando su finita humanidad.
Como pudo, antes de abrir los ojos, tomó valor para atacar de un solo golpe a la criatura y cuando estuvo listo saltó…algo lo detuvo haciendo que su espalda quedara pegada al suelo…pero no había suelo, no había criatura, no había peligro, no había problema, simplemente no se podía levantar por las ataduras que lo mantenían unido a su camilla y el aterrador ente era tan solo la enfermera que le había llegado a dar su medicamento.

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