viernes, 23 de diciembre de 2011

VENTANAS SUCIAS


De ojos para afuera la vida era una, en su mente muriendo la decencia, a la que mataba la locura, la cordura moría también y daba paso a la tortura, en ese estado deplorable que era de ojos para adentro.

OSCURIDAD


Si la oscuridad interna es más intensa que la negrura de la noche, si es más intensa por que la luz no alcanza, no alcanza por que no logra entrar como no logra salir por la boca lo que se siente a ninguna persona, por que la oscuridad es así, no se disipa, no se diluye, no se saca ni se destruye y la luz nadie la da, ahora ya no.

LA HORMIGA


Yo, Hormiga, de naturaleza simple, de trabajo eterno mientras dure mi vida, yo aunque parezco insignificante ante el mundo, el mundo gigante, no dudo de mi origen ni le doy razones ilógicas a su comienzo, vivo trabajando para ser lo que soy. ¿Qué dios despiadado habría de darme la vida y su impulso con el único objetivo de morir trabajando?, qué dios de no ser uno nada benevolente, iluso el hombre que aún siendo tan grande y tan “inteligente” cree en un ser omnipotente imaginario, en un sudario de milagrosa existencia, en una imagen que llora sangre, que ser tan iluso el hombre que dedica su vida a orar al cielo e implorar beneficencia de algo que ya tiene en vida, que ser tan abstracto el que dedica su vida a un padre que nunca ha visto, que lo abandonó en la tierra a su suerte; en la mitología de su tiempo, en las supersticiones de geografía; pobre hombre, ¿cuándo escuchará a su naturaleza?, solo cuando acalle a su dios.

IRONÍAS DE LA MUERTE


Más allá del atardecer no logré sobrevivir, solo recuerdo que en la última mitad de mi vida no creí en la vida después de la muerte, para mi la vida era nada más que el resultado de las leyes del azar que jugaban con los elementos existentes de la tierra, la existencia de la humanidad  no era más que (haciendo una analogía) la reacción de una roca cayendo en el agua calma logrando la reacción de ondas que existirían en tiempo y en espacio hasta que la misma naturaleza y las leyes de la misma hicieran que cesara. Ahora había muerto  y me encontraba pensando esto hasta que una voz me dijo que me acercara, lo hice y encontré el paraíso, Darwin y Russel me daban la bienvenida al mismo tiempo que hablaban de algún tema de ciencia con Einstein y se jactaban de la tetera del segundo. Después de eso mi vida terminó, como siempre lo supuse.

EN COMA


Veo el libro sobre la mesa, lo veo detenidamente y me esfuerzo para que mi poder mental lo haga levitar, este se eleva y al estar en medio de la habitación, desaparece. Ahora todo a mi alrededor levita, todo hasta yo, salgo por la ventana y veo un mundo sin gravedad y todo lo que veo lo siento, como si fuera parte de mi cuerpo; abro los ojos finalmente y despierto del letargo, todo cae en mi consciente y recuerdo a  sensaciones aumentadas en todo mi cuerpo, recuerdo, que horrible accidente.

lunes, 19 de diciembre de 2011

EL VIOLINISTA


Frente a mí la audiencia agitada, llena de extasiados sentidos repletos de música, todos regocijados en las notas de mi agitado y orgulloso viejo violín, todas esas notas desprendidas de la fricción de las cuerdas. Termino mi concierto y abro los ojos, la realidad se presenta a mis ojos como un teatro vacío, estoy solo, solo con mi violín y mientras la música muere yo me siento más vivo que antes.

LA HABITACIÓN ESCARLATA


En su mente tarareaba la canción, seguía las notas a la perfección antes de poder darse cuenta de que  ni lo pensaba, ya la canción la seguía de memoria son sus altos y bajos y las variaciones en tiempo que venían por la creatividad del autor, la letra no era de importancia, también la sabía a la perfección pero en ese momento no era importante, el sentimiento de la letra era secundario, lo que mandaba era el sentimiento envolvente de la melodía, las guitarras desgarradoras, la voz gutural y la batería que parecía anunciar la guerra final del mundo, todo en armonía al sentimiento. El odio, de eso se trataba la melodía, de eso y de desesperación, de melancolía  y resentimiento, eso era lo que ella estaba viviendo en ese momento mientras tarareaba la canción, esos sentimientos se metían en su cabeza como veneno y ese mismo veneno recorría sus venas, su piel, lo sentía hasta en el ambiente, pero era un veneno que dolía con placer, era un éxtasis rítmico, era como entrar en un trance eterno con sensaciones mas allá de la comprensión, sentidas en algún lugar fuera del cuerpo pues este se mantenía inerte fuera del entendimiento de la vida.

Estarán de acuerdo en que la vida no se nos escapa hasta que llega el momento de nuestra muerte,  pero a veces en vida perdemos las facultades de la presencia, es como si nos transportáramos a un mundo maravilloso lejos de los prejuicios  y de la cotidianidad, eso le había pasado a ella que no interpretaba en su mente lo que sus ojos veían, veía una realidad confusa, veía ideas entretejidas con sensaciones reales, era una imaginación sensible a los sentidos pero ajena a la verdad.

El cuarto que habitaba ella y su mente perdida era una pieza de unos 5 metros cuadrados, sin ninguna ventana, tenía una salida visible pero nunca una entrada; cuando ella llegaba allí, su mente ya iba nublada, solo al salir recuperaba la noción y llegaba el dolor, el remordimiento y la culpa que ocasionaba el asesinato premeditado y que al parecer se realizaba con saña y violencia, aunque en el fondo, sin ella aceptarlo, siempre sentía una leve sensación de satisfacción y de alivio. Ella no conocía ni la dirección del edificio ni el número que de la puerta del cuarto colgaba, ella solo sabía que de vez en cuando recuperaba sus cabales en un cuarto cuyo único mobiliario era una cama y una mesita vieja de madera con un reproductor de discos compactos y que se recuperaba toda ella llena de sangre con una victima en la cama, casi siempre hombre, que no se sabía si había sido llevado allí con falsas promesas de sexo o con mentiras de amor verdadero; con música en un alto volumen que salía de un disco grabado con canciones varias que tenían en común solamente la energía y el sentir de la música violenta. Ella ya estaba acostumbrada al ritual del despertar y siempre salía jurándose a si misma que no lo volvería hacer, como el alcohólico se jura que no volverá a tomar al sentir los síntomas de la resaca, de hecho Ella siempre guardaba la llave de ese cuarto en algún lugar escondido y se determinaba en olvidar la ubicación pero al fin de cuentas quién siempre la encontraba cuando había necesidad de matar, era ella misma que en los rincones de su mente, siempre la encontraba como encontraba también el edificio, el cuarto, el botón de reproducción y obviamente a sus victimas. Lo que nunca encontró fue la forma de detenerse a si misma.

LICÁNTROPO


Perdí el sentido por un momento.

Desperté y  no reconocía nada, todos se sentía ajeno y yo al fin volvía a sentirme humano, poco a poco mis venas se llenaban de sangre limpia y el veneno se retiraba, poco a poco sentía el dolor y mis sentidos iban regresando a su humana normalidad. Me hinqué y saboree con mi lengua por sobre mi labio inferior un néctar salado y espeso, recordé el sabor a sangre y por un momento tuve miedo a estar herido pero un momento después sentí más temor a que ese elixir de vida fuera ajeno y allí, de esa manera lo recordé, todo vino a mi mente como una luz cegadora que desliza la oscuridad pero duele en las retinas. Entonces recordé la luna llena de la noche anterior, recordé el impulso que regala la adrenalina, recordé la rapidez y ligereza del cuerpo. Cada recuerdo me invadía y mientras subía la mirada los vi, amontonados, inertes, caóticos, apelmazados en decadencia escarlata, intrincadas formas de cuerpos humanos, brazos, piernas, cabezas, todos enredados como en un diabólico nudo de muerte, eran los cuerpos de mi cena nocturna, cuerpos manchados de rojo que expresaban la fiereza de la lucha de la que habían participado, fiereza que para mi había sido una lujuriosa orgía de muerte. Más que una caza había sido una masacre, una que lastimosamente había llenado mi alma de placer, mi cuerpo de sangre y que había saciado mi hambre.

ASTRO

El pesado día había llegado con su desesperada e incipiente luminosidad, con la desesperación que provocan los ruidos crecientes desde tempranas horas; se había iniciado el día, con  los pasos de los humanos que empezaban sus cotidianas vidas creyendo que hacían lo que querían, mientras el sistema les permitía creer erróneamente eso; así se inició el día, ese compendio de horas intrincadas que eran caóticas dentro de su mismo orden de reglas sociales; así empezó el día y mi ser que comprende estas cosas y que se adapta a ellas, sin embargo, flota por sobre los demás y los ve con detenimiento. Tengo algunas horas de estudio antes de que la noche llegue, donde al fin puedo vivir y pensar, indagar y concluir, y poder realmente sentir, pero eso no llegará hasta dentro de algún tiempo, esas horas eternas de sol que hacen que tus ojos se cierren y te hacen no ver claramente la verdad. Nada puedo hacer, esta es mi naturaleza, soy el astro mas cercano, soy la luz de la noche, soy la inspiración de muchos, la desesperanza de otros, soy el cambio natural, el que hace que las olas crezcan y cambien, soy el agitador del mar y la tranquilidad de las nubes que sirven de cama para los rayos de luz, que aunque prestados, se reflejan sobre mi. Soy yo, la Luna, soy quién tiene la noche para si y se jacta de ser venerado sin nada dar, ser venerado por nada más que existir.

lunes, 12 de diciembre de 2011

OBJETOS PERDIDOS


En donde trabajo hay un cuarto de “objetos perdidos y encontrados”, hay objetos de todos los tiempos, los más viejos se encuentran al fondo. En cada recoveco y en cada esquina en donde puedas doblar encuentras objetos de los más diferentes, cada uno tiene una historia y un dueño, o al menos lo tenía, a lo del dueño me refiero. Un día encontré un corazón y al siguiente un intento de alma, abundan las sombrillas y las gorras, hay cascos y playeras, una que otra araña, aunque creo que estas últimas no las olvidaron si no que ellas solas llegaron. Como les decía, acá hay de todo, un día el perdido fui yo pues aunque no lo crean es un cuarto muy amplio y con muchas esquinas, ese día me perdí dentro de mí tratando de encontrar una historia para cada objeto e imaginando a sus dueños; ahora el objeto olvidado más raro del cuarto soy yo que me perdí a mi mismo y no espero ser encontrado pronto.

LA RESURRECCIÓN


Ciento seis  años habían pasado desde el día que lo habían enterrado, poco el sabía de lo que acaecía ahora al mundo, despertó de entré la maleza que cubría su descuidad tumba, que tan descuidada estaba que se había partido a la mitad y por esa rajadura en piedra que había dejado escurrirse la luz, Él salía ahora desde el lugar de donde pocas veces alguien sale. El sol arrugo sus ojos por el reflejo del cuerpo, pero sintió de nuevo el calor, el viento, las voces y la brisa, sintió de nuevo al mundo en toda su decadencia, vio tales cosas tan absurdas que deseó regresar a la tumba, vio un día maravilloso pero sin niños en la calle; vio un sol precioso cubierto por humo negro; vio gente caminando al lado de otras pero sin verse ni hablarse, entretenidos en objetos inertes; vio cuerpos sin almas, voces sin sentimiento; vio grandes edificios y voluntades pequeñas; vio falta de amor, odio en los ojos, temores a flor de piel y la gran incapacidad de compasión. Todo esto vio y decidió que la mejor respuesta era regresar a la tumba, quizá todo estaría mejor en otros ciento seis años más.

ARMONÍAS




 Llegaban desde lejos con sus retumbos estentóreos llenos del bronce de campanas, del azul de cielo tormentoso y del agudo rechinido de los dientes de la tierra. Todo se hacía más audible sin necesidad de abrir la mente, las armonías se hacían paso entre los ojos, la boca y el tacto, no había nada más que llenara el ambiente, eran tan intensas las melodías; casi se podía caminar sobre ellas. De pronto el silencio, la nada, la mas absoluta oscuridad de sonidos, la calma sobre la calma, era un silencio que  dañaba los oídos, obstruía el normal funcionamiento de la mente; en ese momento nos dimos cuenta de que habíamos llegado, el camino había llegado a su comienzo y nosotros a nuestro destino. ¡Al fin!, Exclamé, ¡Al fin nos hemos dormido!

miércoles, 7 de diciembre de 2011

LOCUS AMOENUS




El lugar perfecto se construía en donde Ella se posaba, Ella, la pequeña Natalia, tenía un aura que embellecía todo a su alrededor hacía todos lados, como si ella fuera el centro de una burbuja invisible que cambiaba el mundo en algo hermoso, un lugar que cualquier sueño humano no es capaz de concebir, era como una luz suspendida que ilumina todo a su alrededor. En donde ella caminaba, todo florecía, todo brillaba, todo cambiaba en un instante y se podía saborear hasta la luz del más delicioso nepente más embriagante que la mitológica ambrosía misma. Natalia no se daba cuenta de esto pues para ella el mundo era así de bello y había llegado a ser para ella su entorno normal por lo que suponía, o ni siquiera lo hacía, que todo el mundo era así. Así vivía ella en el mundo, sola, dejando experiencias inexplicables a los que dichosa o desdichadamente entraban en ese mundo etéreo, digo desdichadamente por que algunos después de haber vivido tan sublime momento,  no lograban después dicha en las cosas que corresponden a los mortales.

ESPERA ETERNA


No recuerdo como te veías en este vestido, no lo recuerdo y eso me corroe la tranquilidad, quisiera recordarte. No recuerdo tu apariencia y solo conservo el vestido acá en mis manos, lo acaricio pero no es lo mismo hace falta tu piel del otro lado, tu calor y tu esencia. Espero que cuando regreses te lo puedas poner y yo pueda quitártelo una vez mas, si es que aún tengo fuerzas.

LA VISITA ESCATOLÓGICA


Una vez más se abría la puerta de su casa, esa puerta de madera antigua recién barnizada, esta vez se abría sola, la visitante entró y se sentó sin invitación en los sillones de terciopelo rojo que descansaban sobre una alfombra que alguna vez fue blanca. Él, que descansaba arriba, se levantó de su cama y bajó sabiendo quien lo esperaba, caminó sin prisa pero sin pausa, el momento que tanto había esperado al fin había llegado y el traje negro nuevo y la corbata de seda recién anudada lo delataban. Ella abrió los brazos de piel blanca y le llamó con la mirada, el apresuro casi imperceptiblemente el paso con un atisbo de ganas y en un efímero beso pactaron el encuentro. La casa empezó a caer a pedazos al igual que el mundo y en menos de 5 días en los que ellos permanecieron así, frente a frente, el mundo se destrozó, así como toda la vida que en ella había existido. El “bueno” y la “mala” habían hecho las paces, ahora el mundo les pertenecía.

LA CASUALIDAD

El tornillo había caído de un mueble de metal que servía de repisa, este había caído y después de terminar los rebotes aleatorios descansó finalmente sobre el piso en pie, con la punta hacia arriba. El joven había caído un metro y algo antes del tornillo y su cabeza había ido a parar sobre el punzante que se abrió camino por entre piel, músculo, hueso y materia. La ironía del asunto es que el joven al momento de caer, ya había muerto.

lunes, 5 de diciembre de 2011

LA ÚLTIMA DESPEDIDA

Está lloviendo; habrá que correr a casa. –Hasta luego- dijo Ella. Y Él, esperó, más de lo que nadie creyó.

LA PERSECUCIÓN


Después de haber corrido tanto para escapar de sus ejecutores, descansó, posó su espalda caliente sobre la tierra mojada y cerró los ojos; se había quedado sin aliento,  sin fuerzas; se quedó sin ganas y sin líquido; se quedó sin viento, sin sentimiento, sin sensaciones; se quedó sin peso, sé quedó sin espacio y sin mundo. Después de todo, no había escapado.

LLUVIA


Cada gota que caía del cielo llevaba en su interior a un pequeño ser, todos ellos en posición fetal dormidos y atrapados en la forma de la gota, eran miles que nacían al chocar contra el suelo, contra la tierra o con las hojas de los árboles. Allí despertaban de su tranquilo sueño y corrían apresurados a encontrar una rajadura en la tierra, algún agujero o esquina donde pudieran correr por entre la materia hasta el centro de la tierra, allí se aglomeraban, crecían, vivían y amaban dándole calor así a la tierra, después morían y renacían de nuevo en una gota del cielo.

EL CUADRO


Las acuarelas se disponían en fila en su estudio, Él trabajaba en la última sobre un caballete de madera y ponía en el lienzo colores azules, verdes, violetas y después colores cálidos mezclándose sobre el blanco y dando forma a un mar pasivo con un cielo en llamas y una isla  abandonada en el centro. Con un último pincelazo desapareció montado en el utensilio navegando hacía esa isla y naufragó allí por convicción y decisión propia, y nunca nadie se dio cuenta. De vez en cuando algún critico de arte o espectador lograba ver algo en la isla, algún detalle, alguna forma, algunos decían que era algún detalle sello del autor o que era una simple mancha que le daba autenticidad a la pieza, solo el pintor sabía que era él, deseando que nunca nadie lo rescatara.

EL BANQUETE


La mesa roja estaba servida con platos distintos, con vasos de colores de vidrio teñido, con platería de distinto tamaño, y ella solo pensaba en “lo difícil que sería perderla”, se enjuagaba las lagrimas con sus guantes blancos y tomaba otro bocado de comida, lo veía detenidamente y después lo lanzaba hacía atrás, después repetía el proceso, ella estaba en silencio, sentada frente a la mesa en su sillón de cuero a la cabecera, solo ella estaba allí pues ya nadie se atrevía a comer con ella, solo era lamentos y nostalgias pues se pensaba de nuevo en un mundo sin Ella. Lo que no sabía era que ya la había perdido, pobre la sensatez que se fue de ella y en su lugar dejo a sus anchas a la locura.

REALIDAD


Mientras más distingo la realidad, más me gustaría cerrar los ojos, más me gustaría convertirme en niño de nuevo. Mientras más distingo nuestra realidad más me gustaría nunca dejar de verte mas me gustaría verte al cerrar los ojos. Mientras más distingo mi realidad, más quisiera tenerte cerca, abrir la puerta de atrás y dejarte entrar. Mientras más distingo tu realidad quisiera más estar contigo, más quisiera protegerte en un abrazo y dejarte ahí para siempre. Mientras más distingo lo real, más la fantasía se hace presente, mas la realidad, todo lo duerme.

viernes, 2 de diciembre de 2011

PAISAJE


Un desierto en el pantano con un cielo de melaza ardiendo, ese era el paisaje ideal para los demonios de la pequeña Natalia, que en cuanto se dormía, ellos salían a hacer sus travesuras: hacer crecer de la nada narcisos en el agua y árboles en la arena; poner orquídeas en las ramas de los árboles, musgo en los troncos y ojos en las palmas de las manos, todo esto hasta que la pequeña despertaba y los demonios quedaban de nuevo encerrados, de ahí en adelante la que hacía las travesuras era Natalia, que cortaba orquídeas de las ramas, recogía narcisos del agua y dejaba tuerta alguna que otra extremidad.

EL MITO


Deseba con muchas ganas ser de verdad y por eso creó un mito sobre ella, ahora que todos lo cuentan, ella se volvió  real.

LOS ENCUENTROS


Cada gota volaba, cada canto enmudecía, todas las cosas que el hacía desaparecían sin dejar rastro en la historia o en la conciencia, eran todas unas obras de arte pero no quedaban atisbos siquiera de tales magnificencias. Decencia inoportuna la que invadía a  la memoria que callaba las cadencias y figuras que el cuerpo elucubraba, mataba las presencias, violaba al placer, rescataba de la locura a la escrupulosa e inútil moralidad. Cuantos pequeños momentos dejados en el tiempo sin importar nada más que la sensación de la necesidad satisfecha o insatisfecha.

SURREALISMO


El sapo desfilaba con sus mejores vestidos sobre la hoja de afeitar del hombre que se rasuraba viendo su reflejo en el río quitando los narcisos  con sus manos y sus dedos de cuchillas, mientras tanto,  sentada desde una roca suspendida en el aire los veía la reina, la reina de las mentiras, que decía siempre lo contrario a lo que quería y entonces los condenó, mandó llamar a sus más valientes caballeros montados y les dijo: “no los maten, tengan piedad, hagan con ellos lo que harían con los más humanos de los humanos” entonces, todos los caballeros que tenían buenos sentimientos se lamentaron por la suerte de los de abajo.

LA HORIZONTALIDAD


Un hombre había perdido la capacidad de caminar sobre el horizonte, caminaba siempre sobre las verticales, siempre en las paredes, en las barandas, en las ventanas, en los lugares donde nunca nadie podía hacerlo. El problema era el tropezar con la gente que sí caminaba normal, por que era cuestión de agacharse para que alguien pasara por el mismo lugar si este era un pasillo estrecho. Él ya se había acostumbrado pero había algo que lo molestaba y es que nunca había encontrado una pareja, todas se quejaban de lo difícil que era besar en forma de cruz. Un día encontró a su pareja perfecta, una mujer que no tenía sentido de gravedad por lo que la horizontalidad o la verticalidad era mas una cuestión de decisión.

EL DOCUMENTO PERDIDO

Había perdido sus papeles en un país ajeno al suyo, la pesadilla de todo viajero, había perdido todo, todo hasta su dinero, además no sabía hablar el idioma de esa nación y se preguntaba ¿ahora, que haré? No le quedaba mas que empezar a caminar hacia su país, lo único que le hacia falta era saber hacia donde quedaba el sur.

TRAICIÓN


Más allá de lo que había pasado lo que no le pasaba por la cabeza era como esa persona lo había traicionado, entendía los motivos, entendía los incentivos, entendía el plan, el proceso y el resultado, pero no entendía por qué ella, por qué su propia persona, por qué habría ella de haberle tendido esa trampa.

EL ACCIDENTE



El auto viajaba a más de 150 kilómetros por hora sobre el asfalto mojado, ella lo vio desde lejos mientras esperaba sobre la acera y cuando calculó que el auto iba a pasar, dio tres pasos largos y rápidos que la dejaron frente al auto, el cual, como era de esperarse, frenó con todo lo que tenía y giró las llantas al lado derecho para esquivar el obstáculo, el auto dio dos vueltas en el aire para arrastrarse de cabeza en la negra calle por más de 10 metros hasta chocar un poste de alambrado público que dejo el auto irreconocible. Ella solo vio el suceso y dibujo media sonrisa en sus pálidos labios mientras derramaba una lagrima cada ojo, después caminó hacia el auto y le dio un beso en la frente al conductor, un alma más que le pertenecía, luego desapareció.

jueves, 1 de diciembre de 2011

EL DIPLOMÁTICO


Tenía una cajita con doble cerradura dorada que era abierta por una única llave que el siempre llevaba atada al cuello por una cadenita de plata que había comprado en uno de sus viajes diplomáticos, en esa cajita guardaba una excelente y muy extensa colección de diferentes sonrisas: las habían de la alta sociedad, las habían culturales y de parranda; y algunas varias dedicadas al pueblo, unas de empatía, otras de comprensión y unas cuantas de verdadera alegría, todas compradas para el propósito de la profesión.

LOS COLIBRÍES


Ella tiene en el pecho dos colibríes, ambos quietos y concentrados, ambos en contra de su estado acostumbrado y su norma natural, como si hubieran perdido las ganas. Para ella representan movilidad y libertad pero son una mera representación que no hace justicia a lo real, ambos de tinta de los colores del colibrí, de tinta si, pero no de su naturaleza.

lunes, 28 de noviembre de 2011

EL RESCATE


Me ahogaba yo en el mar pacífico, lento y de pie, mientras unos marineros en un barco de pesca se acercaron  y muy amablemente me preguntaron si necesitaba ayuda, “por supuesto” les respondí, “solo tengan cuidado con mi ropa y húndanme de poco en poco, quiero antes de sentir el olor a muerte, sentir el olor del mar”.

NAUFRAGO


Con cada ola de agua salada que chocaba contra su cara se despertaba más, mientras más se despertaba, más sentía los estragos del cuerpo, más sed y cansancio sentía y las arrugadas yemas de los dedos sentían el dolor de la sal en las heridas. Finalmente pasó tanto tiempo solo, desesperado y con dolor, que naufragó en su mente,  hasta que un día al fin lo encontraron y no fue ya más un naufrago, al menos no físicamente por que del otro lugar, nunca regresó.

ESTOCADA


Solo una arremetida del filo fue necesaria para que cayera muerto en la pelea, todo esto después de haber proclamado a todo espectador y a todo volumen, que él era invencible.

MIENTRAS 2DA. PARTE


El perro dormía en el pórtico de  la casa sobre la alfombra roja que con letras doradas le daba la bienvenida a los visitantes, estaba tranquilo el can a pesar de los ruidos que dentro se oían, después de todo ya estaba acostumbrado a pesar de que sus dueños aún no habían llegado.
De pronto se levantó con el lomo erizado poniendo las orejas levantadas en la posición mas alta y con la cola entre las patas, enseño los filosos dientes y ladró fuerte en constantes repeticiones que hacían ver la energía característica de los Amstaff, todo él se estremeció por un momento y después salió corriendo hacía el patio de atrás a esconderse en su casa, se fue tan asustado que seguramente si su casa de madera blanca hubiera tenido puerta, la hubiera cerrado y hubiera echado llave.
Ese perro atigrado de marcado carácter fuerte nunca había sido miedoso, pero al fin de al cabo la que acababa de entrar a la casa, era un espíritu nuevo.

DESPERDICIO


Después de asesinar a cada una de sus victimas, los abrían por la mitad para que la luz interior saliera e iluminara fugazmente el cielo oscuro. Solo por eso los mataban, solo para apreciar ese momento de luz fulminante breve, si tan solo los asesinos supieran que los asesinados tienen la receta para hacer esto sin necesidad de matar… nunca lo sabrán, pues por tanta luz en el cielo, ya están a punto de extinguirlos.

EL SÚPER HÉROE


Volvió a su casa después de una larga jornada de trabajo salvando a la ciudad, la salvó ese día de un trío de locos que querían volar unos edificios, de una nave espacial que atentaba contra la vida en la tierra, de su antagonista la súper villano a la que nunca había podido realmente vencer y hasta ayudó al alcalde a fundir una nueva estatua (con su mirada láser) que iba a ir en el parque de la ciudad y había sido hecha de llaves viejas que la población había donado para tal causa.
Después de despojarse de ese estorboso antifaz rojo y de la vistosa capa, fue hasta el refrigerador para ver que podía comer; tenía leche cuajada, restos de comida china vieja, medio litro de gaseosa sabor cola ya sin gas, una bandeja de carne vencida en el congelador y un par de naranjas arrugadas. Cerró la puerta del refrigerador murmurando por la comisura de sus labios unas cuantas maldiciones y se fue directo a la cama a dormir solo una vez más.
Realmente no necesitaba comer, a fin de cuentas era un súper héroe, pero esa misma rutina le servía para cada noche sentirse miserable como suponía que los demás seres normales lo debían de hacer en sus aburridas vidas, lo hacía para sentir que tenía algo más que su vida rutinaria, irónico ¿no?

EL VIGILANTE NOCTURNO


Era uno de tantos de esos trabajos que había tenido en donde nunca pasaba nada, por eso se daba a la tarea de no hacer la tarea y dormirse a medio turno, un día oyó que entraban al almacén y abrió los ojos, cuando quiso moverse se dio cuenta de que lo habían atado a su silla, empezó a desesperarse y la intranquilidad se apoderó de él, derepente despertó de su sueño, está vez si se había despertado al fin, se alivió de que todo había sido nada más que un maquinamiento de su mente, se levantó despacio, estiro los brazos para reacomodarse en el mundo de los vivos y vio a través del cristal del cuarto de control en donde se encontraba y muy desanimado se dio cuenta de que afuera no había nada, todo había sido robado.

EL MUNDO ESPERA


Debería ser al contrario, el mundo no espera a nadie, pero no, la verdad es que  uno espera a que el mundo pare para darnos tiempo de recapacitar y es así. Cada mente es un mundo y cada mundo es dueño de su tiempo; simplemente a veces no nos damos cuenta de esto por que son pocos los mundos que no caminan rítmicamente en manada.

INFINITA, MIENTRAS DURE


La infinitud no solo está condicionada por el tiempo, a veces se requiere de una acción que perdure, no en el actor, si no en los testigos. Una sonrisa infinita, un abrazo infinito, un beso infinito, una voz finita con ecos que perduren para siempre; así recordamos, así trascendemos en el tiempo, así trasciende Ella, con los vestigios y rastros que su ímpetu  de vida ha dejado en los que hemos estado allí.

TIEMPO LIBRE


La vez pasada estaba sentado en el parque, contemplando la linda luz de la tarde al terminar, creía tener una sonrisa dibujada en la cara pues todo el que pasaba me veía y sonreía también, bueno al menos eso creí que era, hasta que un niño llegó a pedirme un globo con forma de perrito, hasta ese momento recordé que no me había cambiado antes de salir a pasear, llegué a mi casa del trabajo y simplemente se me olvidó, como a estas alturas sabrán, trabajo de payaso.

LA SONRISA


Él se siente muy bien, sin preocupaciones, sin tiempo, sin cosas por hacer o cosas que arreglar, sus ojos casi no parpadean para no perder tiempo, para no perder felicidad. Si yo creyera en el paraíso creería que él se encuentra allí, parece que está sumergido en algún tipo de éxtasis. Como quisiera estar allí para saber que siente y que piensa.  De repente, su cara cambia pues deja de ver la foto que estaba viendo, ese retrato que tiene como característica principal una sonrisa bien grande y sincera, regresa a su trabajo y la realidad regresa con todos sus implícitos problemas,  eso si, regresa un poco mas soportable.

CANCIÓN DE CUNA


La canción que me cantaban de pequeño incluía paraísos, monstruos, condiciones, amor, castigos, seres amables y finales impredecibles. Quién hubiera imaginado que hubiera sido casi lo mismo si me hubieran cantado la información de los diarios de noticias que ahora leo.

APURADO


Salió de su casa tan apurado como pudo, ya iba tarde a su trabajo y quería tirar todo en su camino, subió a su carro azul, arrancó y salió volado del estacionamiento del edificio del apartamento en donde vivía. Pronto se encontró volando en el cielo y sin parar un solo momento llego a tiempo a su destino. Solo se arrepintió de no haberse despedido de su hija.

ALUCINACIÓN


Aún mucho antes de despertar sabía que estaba en problemas, sabía que algo extraño estaba a punto de devorarlo, sentía la fría respiración de la criatura en el cuello, sentía los cabellos largos alrededor de su cuerpo, como acechándolo,  casi podía sentir los dientes y la lengua del animal saboreando su finita humanidad.
Como pudo, antes de abrir los ojos, tomó valor para atacar de un solo golpe a la criatura y cuando estuvo listo saltó…algo lo detuvo haciendo que su espalda quedara pegada al suelo…pero no había suelo, no había criatura, no había peligro, no había problema, simplemente no se podía levantar por las ataduras que lo mantenían unido a su camilla y el aterrador ente era tan solo la enfermera que le había llegado a dar su medicamento.

AVENTURAS COMPRADAS


Anticipándome a la reacción del enemigo me agaché para evadir el puñetazo que había lanzado hacía mi cara, aproveché el impulso al levantarme para engancharle un puño en la quijada que hizo brotar sangre y lo noqueó por completo, lastima que no pueda hacerlo en la vida real, pero la televisión, la consola y el juego son más seguros.

NO PUEDO RESPIRAR


Se contraen los pulmones hasta desaparecer mientras me sumerjo en el agua, después de dar el último paso que dí en la tierra. Después viví en el agua reduciendo mi existencia y entendiendo cada vez más atavismos con el paso del tiempo. Todo esto después de decidir que el camino de la evolución debía vivirlo hacia el otro lado.

VIAJE PSICODÉLICO


Cada dosis de las muchas y variadas drogas que consumía el muchacho lo hacía volar al cielo rompiendo nubes y viendo atardeceres alrededor del mundo. Un día voló y se quedó estancado en el cielo…nunca volvió.

EL HADA DE LOS DIENTES


Cada día, encontraba siempre al menos uno debajo de la almohada de ese niño, para ese día ya debía tener una pequeña fortuna amasada a costa de ella, y se reprochaba la obligación de su trabajo y maldecía la suerte de ese niño, de ese pequeño hijo del dentista.

jueves, 17 de noviembre de 2011

EL AGENTE SECRETO


Ya se había cansado de usar trajes negros y manejar vehículos caros, así que cambió de profesión y se volvió piloto aeronáutico civil.

LA OFICINA DE ADAD


Después de estacionar a su toro, subió a su lugar de labores y se sentó, subió los pies al escritorio, cruzó sus manos por atrás de su cabeza y cerró los ojos, listo para otro ocioso día de trabajo. Entreabrió los ojos para ver el cuadro que descansaba en la pared de enfrente y le dijo un sincero “gracias” para cerrar de nuevo los ojos. El cuadro era una representación del calentamiento global.

lunes, 14 de noviembre de 2011

IDENTIDAD SECRETA


Estaban todos de cabeza, pegados por los pies al techo, pero caminaban como si la gravedad estuviera de berrinche y fuera hacia el otro lado, no se caían. Entonces me pregunté, ¿y yo qué hago acá abajo? Pero recordé, que ese día no me había tomado mis pastillas de normalidad.

EL PLANETA LEJANO


Si hoy te llega el momento de partir y ves la cara de tu creador, ¿qué es lo primero que reprocharás? O  es qué seguirás siendo ciego después de ver la luz, cuando lo veas por favor, tómalo en tus brazos y consuélalo pues él no es más que un niño que no sabe lo que ha hecho.

EL UMBRAL


-¿Cuánto van a tardar?- dijo la mujer a su enterrador, pero él no oyó, entonces gritó esta vez -¡¿Cuánto van a tardar?! Viendo la cara llorosa de sus familiares, pero de nuevo hubo ausencia de respuestas, solo habían sollozos. Dejó de intentarlo cuando vio que la tierra empezaba a caer sobre ella.